Si hay una cosa en la que todos estamos de acuerdo es que para alcanzar el éxito profesional, necesitamos mucho esfuerzo, compromiso, positividad y tener desarrolladas las habilidades emocionales y sociales necesarias, para tratar con personas o grupos de interés, y por supuesto para seguir adelante pase lo que pase en nuestro día a día.
Y es que, para ser buenos emprendedores, empresarios o trabajadores, necesitamos ser creativos, innovadores, comunicadores y buenos vendedores. Pero sólo lo seremos si estamos felices, si nos apasiona lo que hacemos, si somos éticos y responsables con nuestro equipo, con nuestra empresa, con nuestros compañeros, si somos buenos comunicadores, si sabemos encontrar ese espacio para nosotros para desarrollar ideas, para crear…
Porque no es suficiente tener los conocimientos técnicos de nuestro sector, ya que si no pasamos a la acción nuestro proyecto o nuestro negocio no prosperará.
Pero ¿por qué no pasamos a la acción? Fundamentalmente porque tenemos miedo, porque pensamos que no funcionará, porque estamos desmotivados, porque nos roban los sueños, porque no nos hace felices lo que hacemos… Por lo tanto, el desarrollo profesional va ligado en gran medida al desarrollo personal.
Si quieres resultados diferentes, haz cosas diferentes para alcanzar tus objetivos y metas tanto personales como profesionales porque ambos van de la mano. Y ¿qué puedes hacer diferente? Para, conecta con tus sueños y propósitos, con lo que quieres lograr, con la visión del futuro que deseas, planifica y establece objetivos realistas.
Para establecer un plan de acción adecuado, es necesario tomar buenas decisiones, teniendo en cuenta nuestros sueños pero siempre en beneficio global.
Y ¿qué necesitamos para tomar buenas decisiones en el terreno profesional?:
- Formación. Técnica y específica del área o sector, estar en formación continua.
- Actitud. Actitud positiva, constante, esfuerzo, centrada en nuestros valores y con hábitos saludables.
- Habilidades. Organizativas, de gestión del tiempo, emocionales y sociales, y por supuesto con atención plena.
Todas estas habilidades sociales, emocionales y de desarrollo personal se pueden aprender y entrenar con atención, con prácticas como el Mindfulness que nos ayudan a prestar atención al momento presente, con amabilidad y compasión con nosotros mismos. Haciéndonos más fuertes cada día, ganando autoestima y seguridad, y mejorando nuestra gestión emocional.
¿Qué estás dispuesto a hacer diferente?